La GPU trató de tapar el asesinato con calumnias[567]
25 de junio de 1940
El cuerpo de Bob Sheldon Harte prueba de manera trágica la falsedad de todas las calumnias y acusaciones lanzadas contra él. Las autoridades policiales, que se vieron obligadas a no dejar de tomar seriamente esta sospecha, revelaron una excepcional energía también en esta materia.
La GPU no es solamente una banda de rufianes; es una selección internacional de agentes adiestrados con un largo historial de crímenes, armados con ilimitados recursos técnicos y económicos. De acuerdo a los cálculos más pesimistas, sólo la preparación del atentado de México, sin contar los sobornos y los gastos en otros países, ascendió a no menos de diez mil dólares.
El esclarecimiento de los crímenes de la GPU, a causa de ello, presenta tremendas dificultades. En ningún otro país del mundo, sea Francia, Suiza o España, ningún crimen de la GPU fue esclarecido con tanta minuciosidad como el atentado del 24 de mayo en México. El cuerpo de Bob Sheldon, con toda seguridad, arrojará más luz sobre los engranajes de esta complicada conspiración.
En dos de sus anuncios el comité central del Partido «Comunista» repitió que la participación de Sheldon pone una nota «sospechosa» sobre el ataque. En realidad, el hecho de que los agentes de Stalin hayan penetrado en mi casa sólo indicaría que la GPU consiguió engañar a mis amigos de Nueva York, quienes me recomendaron a Bob Sheldon. Toda persona informada sabe que la GPU infiltra sus agentes en las organizaciones obreras e instituciones estatales de todo el mundo. Para ello gasta anualmente decenas de millones de dólares. Pero la versión de que Sheldon era un agente de la GPU fue completamente aplastada por la realidad. Bob murió porque se puso en el camino de los asesinos. Murió por las ideas en las que creía. Su memoria es inmaculada.
¿Qui prodest?, pregunta la vieja y sabia máxima de la ley romana. ¿Quién está interesado en calumniar a Bob Harte y desviar la investigación? La respuesta es clara: la GPU y sus agentes. El descubrimiento de la fuente de las falsas declaraciones con respecto a Bob revelará seguramente una de las piezas de la conspiración.
Bob no es el primero de los que están cerca de mí que muere a manos de los asesinos mercenarios de Stalin. Dejo a un lado a los miembros de mi familia, dos hijas y dos hijos asesinados por la GPU. No hablo de mis miles de partidarios expuestos al exterminio físico en la Unión Soviética y otros países. Me limito únicamente a mis secretarios en distintos países, que fueron llevados al suicidio por la persecución, o fueron baleados o asesinados por los agentes de la GPU. Son siete personas: M. Glazman, G. Butov, J. Blumkin, N. Sermuks, I. Poznanski, R. Klement, E. Wolff[568]. En esta lista, Robert (Bob) Sheldon Harte ocupa el octavo, pero me temo que no el último lugar.
Después de esto, los agentes políticos de la GPU pueden hablar de mi «manía de persecución».