Para combatir la mentira y la calumnia[154]
Junio de 1929
Estoy totalmente de acuerdo con usted en que no podemos tolerar la difusión de mentiras y calumnias sobre un camarada cuyo crimen consiste en destacarse por su energía y abnegación. No nos quepa la menor duda de que muchos camaradas serán blanco de esta clase de «argumentos». Es la forma de proceder, ya consagrada, de los stalinistas y iaroslavskistas. Con estos métodos trataran de intimidar a los camaradas que no están lo suficientemente templados. Debemos crear un medio para contrarrestarlos. Cuando la Oposición francesa posea un centro reconocido, la cuestión se aclarará; podríamos plantearla en ese centro, desde allí adoptar una resolución y responder a los ataques venenosos. Pero, mientras no tengamos ese centro oficial, podríamos suplirlo con una comisión provisional. Algunos camaradas que conocen bien a R. M.[155] desde hace mucho tiempo podrían tomar la iniciativa. Estos camaradas deberían escribir una carta breve, en un tono muy enérgico. Por ejemplo: «Hay ciertas personas a quienes les conviene difundir rumores infames sobre el camarada M… No tenemos el menor interés en hacer una lista de esos rumores, desvergonzados hasta la estupidez. Declaramos que encontraremos la forma de obligar a cada uno de los que los difunden a hablar claramente y responder ante una comisión especial integrada por revolucionarios irreprochables, conocidos por toda la clase obrera». Esa comisión podría estar integrada por Rosmer, Monatte[156] y otros camaradas destacados. Si voy a Londres, estoy dispuesto a participar. Si mis palabras pueden resultar útiles desde aquí, naturalmente las brindaré. Lo mejor sería tomar la iniciativa inmediatamente y no dejarla en manos de los Semards y otros que tratan de expulsar a nuestro amigo por un problema de «honor», no de ideas. Si el partido ya intervino oficialmente, con investigaciones, etcétera… ustedes deben oponerse con otras medidas, en voz alta y abiertamente, declarando su desconfianza total en la imparcialidad del aparato. Pero lo mejor es anticiparse.