Nada de limitaciones a los militantes del partido[550]
26 de junio de 1930
Usted dice que R. M. no debe «trascender los límites dentro de los cuales es capaz de hacer algo». Repite esta frase frecuentemente en su carta. Por mi parte, creo que los militantes de la organización pueden y deben conocer, analizar, criticar todas las cuestiones que constituyen el contenido de nuestra actividad. No hay «límites» para nadie. Ése es el abecé de la democracia partidaria. Su fórmula es fría y aristocrática. Por eso usted ha quedado en minoría en la regional parisiense [de la Liga Comunista]. Era inevitable que ésta reaccionara así.
Usted trató de eliminar a R. de su puesto. Usted está en minoría. Eso demuestra que procedió con excesiva ligereza, sin considerar el estado de ánimo de la organización. ¡Después de su derrota, quiere excluir a M. de la Oposición! ¿Cómo pensaba hacerlo? Mediante un pequeño golpe de estado. Yo no entiendo nada de esto[551].