Carta a la URSS adjunta a la declaración del 22 de agosto[240]
25 de septiembre de 1929
Estimados camaradas:
Adjunto la declaración al Comité Central y la Comisión Central de Control redactada por militantes de la Oposición arrestados y exiliados. La declaración fue redactada por los camaradas Rakovski, V. Kosior y M. Okudshava. A principios de septiembre el documento ya había sido firmado por unos cuatrocientos oposicionistas, diseminados en alrededor de ochenta y cinco colonias de exilio y cárceles. A las tres firmas arriba mencionadas se suman, entre otras, las de N. Muralov, B. Mdivani, L. Sosnovski, Kavtaradze, V. Kasparova, Maliuta, V. Sibiriakov, Yu. Solntsev, M. Lazko, Rafail y N. Nechaev. I. N. Smirnov hizo público su propio proyecto de declaración, que, nos dicen, es una capitulación.
Puesto que la declaración es bastante extensa y no todas las publicaciones de la Oposición podrán publicarla completa, he marcado en el margen los parágrafos más importantes, por si es necesario.
Adjunto también una copia de mi carta abierta a los firmantes de la declaración arriba mencionada y pido que se la publique.
Me parece que no debemos limitarnos a publicar estos documentos. El problema es de gran importancia y, si aplicamos una política correcta, puede cumplir un papel de primera magnitud en el desarrollo de la Oposición rusa e internacional.
Es cierto que se podría hacer una serie de observaciones críticas al texto de la declaración. Yo hice algunas, formulándolas de manera positiva y constructiva, en mi carta abierta. Téngase siempre presente que el documento fue elaborado en base a la correspondencia entre personas encarceladas y exiliadas, y constituye, como sucede siempre en esos casos, un acuerdo entre varios matices de opinión. Será blanco de ataques desde la derecha y desde la izquierda. Pero hay que saber encontrar el eje central del documento. En momentos en que la URSS atraviesa serias dificultades externas e internas, la Oposición exige que se le conceda un lugar en el partido, para así defender la causa de la revolución internacional consecuentemente con sus posiciones. Ahora, cuando se produce una deserción cada vez mayor de miembros de la Internacional Comunista que pasan a la Oposición de Derecha o directamente a la socialdemocracia, la Oposición de Izquierda comunista exige se le permita ocupar su lugar en la Internacional y antes que nada en el Partido Comunista soviético.
¿Cuál es la tarea de la Oposición Internacional en relación con este importante paso de la Oposición rusa? Aprovecharlo para desenmascarar ante los obreros comunistas engañados las mentiras acerca del carácter «derrotista, contrarrevolucionario», etcétera, de la Oposición. Debe utilizarse la declaración para conmover, ablandar y derribar las barreras artificiales erigidas por la dirección de la Internacional entre los militantes de los partidos comunistas oficiales y la Oposición de Izquierda.
Esta declaración está redactada en un tono muy cauteloso, coherente con sus objetivos, que aparecen con toda claridad en las dos últimas líneas: los firmantes no esperan resultados inmediatos, sino que desean «ganar la simpatía y el apoyo de la abrumadora mayoría del partido y de la clase obrera». Se trata de una política de frente único con los partidos comunistas oficiales. Es posible que algunos de los que firmaron la declaración se pasen a la derecha, es decir al bando de los capituladores, cuando reciban la respuesta de los stalinistas, cuya naturaleza es obvia de antemano. Pero cabe esperar, asimismo, que se producirá en las células partidarias una gran discusión sobre la declaración, que ésta llamará la atención de muchos obreros con conciencia revolucionaria e incrementará los contactos e influencia de la Oposición en las filas del partido.
Para algunos ultraizquierdistas la declaración será, quizás, un paso hacia la capitulación. Pero si cediéramos ante los ultraizquierdistas nos transformaríamos en una secta. Es por eso que la cuestión de la declaración, cómo debemos interpretarla, la campaña agitativa que debemos desarrollar con ella para llegar a las bases del partido, me parece tan importante como el conflicto sino-soviético para la futura evolución de los grupos dentro de la Oposición.
Saludos,
L. Trotsky